sábado, 2 de marzo de 2013

Mi historia, con un valor moral.


Éramos una familia feliz: papá, mamá, Luis, Laura y yo, unas mellizas que desde que llegamos a este mundo, iluminamos con nuestro corazón, llantos y simpatía la vida de papá y mamá, y la hicimos perfecta por un momento. Cuando una persona piensa que no le puede ir mejor en esta vida, ahí es cuando un día, la vida te puede dar un palo muy grande, y arrebatártelo todo de la noche a la mañana.

Cuando tú tienes 4 años, no te das cuenta de lo que está pasando a tu alrededor, no tienes conciencia de ello, pero hay un día, que tu papá y tu mamá se van al hospital, te vas a casa de tus titos, y al cabo de los 8 meses  llegan a casa, y tu padre está en coma neurológico, pero te dicen que papá está malito, y que se va a poner bueno. Te vas haciendo mayor en una familia, que aunque tu padre esté en coma, estamos todos juntos … Pero te vas haciendo mayor, tu capacidad de pensar, tus sentimientos van creciendo, y te vas dando cuenta  que tu padre, que estaba malito, va a estar así el resto de su vida. Lo vas asimilando,  que nunca podrás tener una conversación cara a cara con tu padre, la que lógicamente no puedes tener cuando eres una personita de 4 años, pero aun así puedes seguir hablándole, contarle que un compañero tuyo del cole te ha quitado la pintura de color rojo, sentir que te está escuchando por sus gestos de la cara y darle un beso todas las noches antes de acostarte.

Te vas dando cuenta que esta vida no es como las historias de la tele, vas madurando más de la cuenta porque la vida lo ha decidido así, y dándote cuenta de que la figura de un padre es más importante de lo que tú te crees.
Van pasando los días de tu nueva vida adolescente, pues ya te das cuenta que dejaste de ser una niña hace tiempo, pero se detiene en un 25 de julio 2010, cuando tú estas en la playa con tus tíos, porque tu padre estaba ingresado en el hospital, y de repente te llaman … Tu papá se ha ido a un mundo mejor, según te cuenta mamá.
En ese momento, tu vida se salta un montón de capítulos por vivir.  Ahora el beso de buenas noches a tu papá, se lo lanzas desde tu cama, mirando por la ventana a una estrella del cielo …                                         Tu madre hace el papel de padre lo mejor que puede, aunque eso es muy difícil, te sigue faltando una persona con la que poder ver el fútbol los domingos, que te explique un problema de matemáticas …. y te vas dando cuenta, que lo más importante en esta vida, son los sentimientos, el amor, y por eso todos los días le agradeces a tu madre todo lo que ha hecho por tu padre durante los 9 años que ha estado en coma, por lo bien que está haciendo el llevar una familia ella sola, y le vas queriendo cada día más y más (…)

No sé si mi historia transmitirá un valor moral claro, que yo creo que es el amor que vas teniendo cada día más y más entre tu familia, la que te quiere, ayuda y apoya siempre; pero yo hoy he querido expresarlo mientras miraba una foto mía con mi papá, cuando aún estaba bueno, y vivías aislada de los problemas de mayores que hay en esta vida.

Sara.